Universiada Nacional 2019: la clave será el factor psicológico

UNIVERSIADA NACIONAL 2019: LA CLAVE SERÁ EL FACTOR PSICOLÓGICO 
Psic. José Manuel Sánchez
Depsic Psicología y Alto Rendimiento SC


Los años como estudiante universitario transcurren rápidamente. Un día ingresas a cursar tus estudios profesionales y un instante más tarde (si es que te aplicaste lo suficiente) ya tienes tu título en las manos. Son años en los que se van a sentar las bases sobre tu futuro profesional, dependiendo de los aprendizajes y hábitos que adquieras respecto al área del saber que hayas elegido. Y son al mismo tiempo años en los que se establecen numerosos vínculos afectivos con nuevos compañeros, maestros, e infinidad de personajes que vas conociendo en tu camino. ¿Cómo no se va a extrañar nuestra alma máter

Mi carrera como psicólogo deportivo la inicié precisamente en deporte universitario, específicamente con los selectivos de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, mi antigua casa. Desde entonces me ha interesado de manera particular este sector deportivo, el estudiantil, desde el punto de vista de comprender los complejos procesos psicológicos que inciden en el rendimiento de los futuros profesionistas. 

Años más tarde, y después de navegar en deporte infantil y profesional, regresé al ambiente universitario como psicólogo de los selectivos de la Universidad de Guadalajara (mi tercera casa académica, ya que la segunda lo fue la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid). Lo que me resulta tan atractivo del deporte universitario es esa cierta dualidad en la evolución de los rasgos del desarrollo juvenil. Por un lado, es evidente que con el paso de los años y la evolución social los jóvenes avanzan en lo referente a información poseída, no solo de temas de preparación deportiva sino de cualquier ámbito. Pero al mismo tiempo se conservan muchas de las necesidades fundamentales en materia psicológica para el rendimiento (lo que conocemos como variables psicológicas), como lo son la necesidad de una autoconfianza plena, de comunicación, de concentración, de manejo del estrés, etc. 

El reto para el psicólogo deportivo que trabaja con estas edades es muy interesante dadas las características del sector estudiantil. Los jóvenes universitarios poseen una capacidad de entendimiento y análisis tan amplia que logran asimilar rápidamente la información que se les brinda, incluso la cuestionan muchas ocasiones. Obviamente que esto es muy positivo pues el pensamiento crítico que se fomenta en las universidades es un arma poderosa para abrirse camino en la vida. Por lo tanto el psicólogo debe de brindar información estimulante para que al atleta universitario le resulte atractiva la propuesta de trabajo psicológico que va a implementarse.   

Y al mismo tiempo, el psicólogo debe de tener la sensibilidad para identificar cómo transcurre el desarrollo psicológico de cada atleta en lo referente a cada una de las variables psicológicas de competencia a las que ya me he referido. Tomemos en cuenta que un estudiante puede poseer ese pensamiento crítico al que hice alusión antes, y sin embargo ser preso de su miedo al competir. O puede poseer cantidades enormes de información respecto al entrenamiento deportivo de actualidad y sin embargo no ser capaz de controlar su ira cuando su rival en turno lo “saca de quicio”. Mi intención al mencionar esta clase de ejemplos es la de ilustrar que el deporte universitario se conduce entre la sensatez de individuos académicamente preparados y la muchas veces irracional, visceral, incontrolable y errática respuesta emocional de esos mismos individuos al enfrentar situaciones de elevado estrés tales como una Universiada Nacional. 

Dado el impacto que las variables psicológicas tienen sobre el rendimiento deportivo estudiantil resulta llamativo que sólo algunos de los selectivos universitarios que acuden año tras año a la Universiada Nacional cuenten con un adecuado asesoramiento psicológico. No menosprecio el valioso trabajo de los entrenadores que “a su entender” buscan aportarles a sus deportistas herramientas psicológicas dentro de su plan de entrenamiento, pero considero es obvio que esos mimos entrenadores verían favorecido su empeño al contar con el asesoramiento de un psicólogo especializado en deporte, esto es, un profesional que cuente con preparación académica en psicología deportiva y que además tenga la experiencia de haber asesorado atletas y entrenadores. 

¿Y cómo debería de trabajar este profesionista? Los que alguna vez tuvimos vida universitaria sabemos que en esa etapa aún estamos en proceso de maduración emocional. El joven universitario ciertamente conoce sus cualidades pero aun no es capaz de regular sus reacciones ante la adversidad de manera óptima. Sumemos además que no es algo raro que los jóvenes deportistas acarreen sobre sus espaldas una serie de problemáticas académicas, familiares, económicas y de pareja que le dificultan su plena entrega a la preparación deportiva. 

Por lo tanto, el psicólogo deportivo será de gran ayuda al identificar en qué medida el deportista cree conocer sus propias cualidades y con qué recursos cuenta para enfrentar la adversidad. Así mismo, el psicólogo puede valorar el impacto que los problemas económicos y sociales tienen sobre el rendimiento de los deportistas para ayudar a quitarles (en la medida de lo posible) estas cargas adicionales que no les permiten enfocarse al cien por ciento en su preparación. 

Al menos en mi experiencia, los jóvenes universitarios son altamente receptivos a la ayuda psicológica siempre y cuando el psicólogo demuestre un compromiso real con ellos. Dicho sea de paso, el psicólogo para ganarse la confianza de los atletas deberá de estar ahí con ellos todo el tiempo, codo a codo, brindando el soporte que necesiten en su actuar cotidiano. Dejemos en el pasado la idea de que la intervención psicológica en el deporte se debería de basar en ocasionales pláticas grupales o en una “charla motivacional” previa a la competición importante. El comportamiento de cada deportista –y del equipo- obedece a mecanismos dinámicos que operan de manera continua. Si se quiere incidir favorablemente en el desempeño del equipo se deberá de implementar un plan de trabajo tipo acompañamiento permanente. Sólo el psicólogo que haga presencia en cada entrenamiento y competencia será considerado verdaderamente como un miembro más del equipo. Y con ello habrá logrado un paso importante para que los deportistas le brinden la confianza que necesita para realizar su labor.

¿Te gustaría contar con la preparación psicológica para tus atletas? Solicita informes en info@depsic.com 

José Manuel Sánchez Durón es Psicólogo formado en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, UDG y Comité Olímpico Mexicano. Es director de la consultora Depsic Psicología y Alto Rendimiento SC., capacitador y conferencista, con intereses en áreas de Psicología, Emprendimiento, Deporte, Alto Rendimiento Humano y Artes.

Facebook: @depsic.deporte
Twitter: @depsic_deporte; @josemapsic
Correo: info@depsic.com