UN POCO, PERO DE MUCHA SUSTANCIA

Por: José Manuel Sánchez D.
El día de ayer leí una entrevista que me dio mucho en qué pensar y reflexionar, que por cierto son dos costumbres de las que deberíamos sacar todo el provecho a diario. La entrevista en cuestión apareció en una página web deportiva y me permití adjuntar el link en mi cuenta de facebook así que queridos lectores pueden localizarla ahí.
En esta entrevista el D.T. Daniel Guzmán habla del proceso que inicia en la dirección técnica del Club Puebla de nuestra liga de fútbol nacional. Aunque los que nos apasiona el deporte podamos leer multitud de entrevistas a diario, para mí lo más sustancial es, valga la redundancia, detenerse justamente en lo esencial del mensaje del entrevistado (o como diría mi querida mamá: en la “sustancia”).
Si sabemos leer con detenimiento nos daremos cuenta que a lo largo de una entrevista pueden aparecer mensajes trascendentes dignos de degustación intelectual. Daniel no es la excepción. Para no extenderme demasiado me concentraré en cuatro ideas que merecen mención.
Primero.- Daniel sugiere ir a lo básico, a los fundamentos, al “A,E,I,O,U”. No debemos olvidar que el deporte es una manifestación excelsa de las cualidades psico-motrices y capacidades físico/coordinativas de un atleta, exhibidas en situaciones de apremio. El resultado es un desempeño tan complejo que en ocasiones puede “distraer” la atención de un entrenador en el sentido de querer enfocar el trabajo inmediatamente hacia la excelencia. Obviamente la “excelencia” ha de ser una de las metas del entrenamiento, pero NO EL PUNTO DE ARRANQUE. Para hacer las cosas “muy bien” primero hay que hacerlas “bien”, y antes de poder hacerlas “bien” hay que “poder hacerlas”, y antes de “poder hacerlas” hay que por lo menos “intentarlas”. Por ello, Daniel nos proporciona un gran mensaje: los cimientos siempre sostienen al edificio.
Segundo.- Se dice en la entrevista que “en dos días no es posible que cambie toda la mentalidad del jugador”. Cuánta certeza hay en ello. Los procesos “mentales” o “psicológicos” o “psíquicos” son ante todo eso: PROCESOS. No existe proceso que sea inmediato, mucho menos una modificación en el modo de comportarse o de reaccionar de un ser humano, jugador o no. Modificar un proceso psicológico es una labor de paciencia, tacto y sobretodo de tomar las decisiones acertadas en su trato diario en cancha, en vestidor o donde sea.
Tercero.- Daniel afirma que “respeta mucho a este equipo”. Esto debería de ser el requisito número para aspirar a cualquier puesto de trabajo: RESPETAR EL LUGAR DE TRABAJO. Veámoslo así: cuando respetamos a una persona querida, nos esforzamos porque esté bien, no la ofendemos, la protegemos, estamos cerca, aprendemos de ella, etc., porque el respeto hace que en nuestro esquema de valores esa persona ocupe un lugar especial. Ello también aplica para un equipo o Club. Cuando se respeta un equipo no se toman las cosas a la ligera sino que se hacen de verdad con esmero. Es la muestra de que el Club no es solo un trabajo, o como dirían algunos: “una chambita”. Es un compromiso, y eso es algo que desafortunadamente no se ve a diario.
Cuarto.- “Ahora soy entrenador 24 horas y cuido todos los aspectos a fondo”. Bien dice el refrán: “el que tenga tienda que la atienda”, lo cual se traduciría al ámbito futbolístico más o menos así: “el que tenga un equipo que planee, entrene, diseñe, se prepare, improvise, organice, viaje, apunte, ajuste, corrija, enseñe, corrija otra vez, consienta, regañe, apapache, corrija una vez más, se desvele, ría, grite, etc., etc., etc., … y corrija”. Las grandes responsabilidades implican gran dedicación, y la dedicación exige tiempo. Es como viajar en una nave espacial de la NASA al planeta Marte con la misión de transportar al robot Curiosity. No puedes darte el lujo durante el viaje de ser astronauta medio día y luego tomarte la tarde para ver cómo se aprecia la tierra sin ti. Debes de ser astronauta las 24 hrs. del día y atender el curso de la nave, la comunicación con la NASA, el funcionamiento del robot y, por si fuera poco, atender tus necesidades y las de tus compañeros. Vaya viaje, ¿no crees?
En resumen de todo esto, creo que la disposición es el primer paso para aprender. Una “simple” entrevista puede dejarnos grandes enseñanzas si sabemos detectar lo importante o incluso “leer entre líneas”. Sé que los mensajes que Daniel comparte son producto de su propia historia que sigue escribiendo y que seguramente le sacarán adelante en esta gran aventura.
Afortunadamente no solo su costal es fino, sino también el material con que lo llenará y los cargadores que, desde la cancha, a sol y a sombra, le ayudan a levantarlo cada mañana.

Toño Rodríguez, Arquero de Selección Nacional


Por: José M. Sánchez

¿CÓMO TE PREPARAS EN TU VIDA PERSONAL APARTE DE TU VIDA FUTBOLÍSTICA?

Terminé la preparatoria y me quedé en el primer semestre de Ciencias de la Comunicación, que es la chamba de la prensa, sacar la nota, las entrevistas. Me gusta mucho el tener una columnita o cosas así, escribir, leer es de mi agrado. Soy una persona cristiana, me gusta mucho leer acerca de Dios, libros que me alimentan en mi persona, sobre todo lo que es en la parte de liderazgo, de alcanzar metas y todavía más. Y una que otra novela, siempre te deja picado.

¿CUÁL HA SIDO UN BUEN LIBRO PARA TI?

“Una vida con propósito” de Rick Warren, el libro que me ha enseñado mucho sobre Dios, que he aprendido demasiado. Si pueden leerlo adelante.
SIN DUDA LOS PROPÓSITOS SON IMPORTANTES PERO CADA UNO EXIGE SACRIFICIOS, DE HECHO LA VIDA DEL FUTBOLISTA ES UNA VIDA DE SARIFICIOS ¿NO ES ASÍ?
Sí, sacrificios hay demasiados en este deporte; tal vez la gente nada más ve los partidos, ve la imagen del jugador estando en la cancha jugando, metiendo goles, celebrando, pero realmente tiene un trasfondo y una parte por atrás muy fuerte y muy complicada. Todo éxito conlleva su sacrificio. Sin duda una etapa que me costó mucho sería a mis 16 – 17 años, cuando nos concentraban para el mundial sub 17 y llegué a estar encerrado (concentrado) por decirlo de alguna manera; salías a la cancha, desayunabas, volvías a tu cuarto, comías, a volver a entrenar…y bueno a mis 16 años, estar en una concentración así durante tres meses, me iba a Guadalajara una semana y otros dos meses, iba a mi casa dos semanas y otro mes, y bueno fue una etapa difícil pero a la larga me vino a traer mucho beneficio: un mundial sub 17. Volví a vivir una etapa así en el mundial sub 20. Y a la larga uno lo agradece y se queda feliz, y si viniera otra oportunidad así adelante, encantado.
DÉJANOS CONOCERTE UN POCO MÁS ¿QUÉ RECUERDOS TIENES DE TU INFANCIA?
La esencia de uno es la infancia sin duda. Fui un chavo muy feliz, demasiado. Soy el hijo mayor en mi casa; una mamá que me consciente a morir, que gracias a Dios siempre tuvimos todo, no hubo un día que no tuviéramos comida, no hubo un día que nos faltara escuela, agua, luz; tengo unos papás que trabajan mucho, y bueno una infancia muy divertida. Mi mamá siempre me contaba que yo era una persona con una esencia, con un toquesito pero muy sabroso desde que nací. Me decía que era una bala. De bebé cuando le pedía el bibi a mi mamá no era de “mamá, mamá” le decía su nombre “Rayo, Rayo, Rayo”, y era mandón desde chiquito. Algo que siempre me caracterizó en mi infancia fue que me encantaban los disfraces, si los cuento eran como 30 y la mayoría los utilizé más de una vez. Igualmente la música siempre me ha acompañado, hasta la fecha no hay día que no te ponga una canción. Un día sin una canción no es un día de Toño Rodríguez.
HABLANOS DE LA EXPERIENCIA DE SER PORTERO, ¿QUE SIENTES, PIENSAS Y VIVES AL ESTAR BAJO LOS TRES PALOS?
Primero es una responsabilidad muy fuerte porque tú cargas el peso de todo un equipo, sobre todo porque es un deporte de conjunto y tienes 10 jugadores adentro que confían en que tú des el 100% y hagas las cosas bien, y al esperar los jugadores que tengas un nivel muy bueno tu exigencia aumenta muchísimo y tus estándares tienen que estar muy arriba siempre, y eso es muy complicado sobretodo que no somos perfectos. En la portería resulta muy complicado porque tocas muy poco el balón, somos los únicos que podemos tocarlo con la mano, eso nos hace diferentes a todos los demás jugadores, usamos un uniforme de diferente color siempre, usamos guantes que eso es una característica muy importante que nadie más en cancha lo puede hacer, y si cometes un error es un gol en contra; el tema aquí es que tú no puedes hacer nada por meter un gol, no puedes irte corriendo a intentar meter un gol porque descuidas la portería y ahí te viene otro y todo el trabajo de tus demás compañeros, de tus entrenadores, de la afición, caray, se te va todo el peso sobre ti y es muy difícil. Es una posición que tienes que tener el carácter muy fuerte, una valentía, el tener una personalidad muy definida porque a fin de cuentas si no tienes unas buenas bases siendo portero te come esta posición. Y bueno, un gusto por el futbol enorme.
¿RECUERDAS CÓMO FUE TU PRIMER PARTIDO OFICIAL CON SELECCIÓN NACIONAL?
Fue el pre mundial sub 17, ya de manera oficial en Tijuana; a mis 16 años un estadio lleno, te saca de onda, te mueve todo por dentro y sobretodo que teníamos 16 años todos, teníamos la responsabilidad de llevar al país a un mundial, la selección pasada no había tenido buenos resultados, no había clasificado al mundial y traíamos esa responsabilidad muy fuerte, sabíamos que nos estaba viendo el país entero y lo asumimos de muy buena manera. Que fuera mi mamá junto conmigo porque estuvo presente ahí en Tijuana fue algo muy importante para mí, porque fue el brinco, dejé de ser un juvenil, porque ahora ya me enfilo para lo que quiero ser: un profesional de este deporte, un jugador de los que la gente vea y diga “¡Wow! quiero ser como él” o “me gusta esto de él”; siempre ese ha sido un sueño, que la gente me tome a mí como ejemplo, lo busco en todos los ámbitos de mi vida no solo al estar dentro de la cancha, que vean si se llegan a encontrar a un Toño Rgz en la plaza, llámese restaurantes, llámese parques, donde sea, que vean una buena imagen de mí, siempre me ha gustado eso.
PLATICANOS UN POCO MÁS DE TUS EXPERIENCIAS COMO SELECCIONADO NACIONAL, LAS BUENAS Y LAS MALAS, EL ENTORNO QUE LES RODEA, ESCUCHAR EL HIMNO NACIONAL Y ESAS COSAS
Vivir un partido de mundial no hay nada que se le parezca. El primer mundial que tuve sub 17 creo que fue un mundial que el principio nos costó mucho no solo a mí, a todo el equipo, tanto así que cometí un gol que me va a quedar marcado de por vida; hoy le agradezco a Dios que haya pasado. Y bueno el llegar en tu camión, el ver tu bandera, el que vengas representando a México que traiga el nombrecito de México atrás (la playera), que una camisa de la Selección tenga tu nombre puesto con tu número, que entres a la cancha, veas las listas, y la prensa, la gente diga “ok, ese es el chavo que me representa esta ocasión vamos a ver qué es lo que juega”, salir con los dos equipos juntos con lo que es lo de la FIFA, escuchar el himno nacional y viendo tu bandera es algo increíble. Sin duda el partido que más recuerdo sobre cantar el himno nacional fue contra la selección de Colombia en cuartos de final, porque realmente cantamos nuestro himno y todo el estadio gritaba, gritaba, gritaba, tocó nuestro himno y se calló todo, empezó el himno colombiano, y escuchábamos a ton y son, clarito, fuerte, toda la gente prendida. Yo creo que es la experiencia más bonita que he tenido en el ámbito de escuchar un himno nacional.
Y LA FAMA, ¿COMO SE MANEJA?
Es algo que uno siempre busca, que quieres tener, que seas una persona única. Yo siempre lo he dicho y me han inculcado mucho mis padres eso, que quiero ser un portero, quiero ser una persona que venga a romper estereotipos. Que digan “¡Wow! Por donde le vea este chavo tiene cosas que a mí me gustan, que lo hace muy bien, que realmente se compromete, que realmente da resultados”, y eso es algo que me ha gustado mucho de mi persona y que me han inculcado mis padres, lo que es el querer más, el “ya tengo esto pero ahora puedo tener esto, y esto, y esto”, y sobretodo eso, que quiero romper estereotipos, esquemas de que el futbolista esto, el futbolista esto otro, hay que dar una imagen de profesional las 24 hrs del día, y ser un ejemplo; como tú dices que si la gente te está viendo, te está siguiendo, está viendo tus pasos, no puedes defraudarte, no puedes dar una imagen mala de ti porque a fin de cuentas el que se beneficia o el que se perjudica es uno mismo, y yo creo que cualquier persona quiere que le gente tenga una imagen muy buena si no es que una imagen perfecta, y yo es lo que quiero para mí, una imagen perfecta de Toño Rodríguez.
SIN EMBARGO VIVIR TODO ESO ES PARTE DE UN PROCESO, ¿NO ES ASÍ?, TODO EN LA VIDA LLEVA SU TIEMPO ¿CUÁL ES LA IDEA QUE TIENES DE VIVIR UN PROCESO FUTBOLÍSTICO?
“Proceso” es una palabra que ha estado conmigo siempre. Terminando el mundial sub 17 quería comerme el mundo, le doy gracias a Dios tuve muy buen mundial, y empecé a ver una perspectiva de que “ok , hice esto a tal nivel yo puedo hacer esto, yo puedo estar en primera división, yo puedo competirle a jugadores que la gente ve y que piensa que son grandes jugadores, yo sé que puedo competirles” y eso me pasó te estoy diciendo cuando tenía 17 años recién, y lo que es el proceso uno tiene que ir viviendo su vida, sus etapas, uno empieza a madurar, sobretodo en este deporte que los procesos son básicos. Yo quiero ser, no te digo que una persona adulta aburrida, pero yo quiero ser maduro para la edad que tengo, quiero ser una persona experimentada a la edad que tengo y quiero llegar a los 40 años y ser un joven pero con una mentalidad de alguien de 80. Una palabra que aquí recalcaría mucho es sabiduría, es importantísima, es básico, es muy importante y los procesos van de la mano yo pienso con la sabiduría, el saber en dónde estás, saber que esta es tu realidad, mañana va a ser ésta y tienes que ir trabajando en ello.
ENTONCES EN EL FUTBOL COMO EN LA VIDA LAS COSAS NO DEBEN PRECIPITARSE
Un paso se tiene que dar bien dado porque no puedes ir en el paso cinco sin antes haber dado el tres, porque a fin de cuentas tarde que temprano puedes llegar al paso ocho pero el tres te va a estar faltando y vas a tener toda la escalerita temblando. Hay que formar bien las bases. Yo soy de las personas que piensa mucho eso, las bases, y que cada paso que des esté tan bien cimentado que venga lo que venga, huracanes, terremotos, lo que venga en tu contra seas lo suficientemente fuerte para evadirlo, para dejarlo a un lado.
¿CÓMO PUEDE DARSE CUENTA UN NIÑO O JÓVEN SI TIENE CUALIDADES PARA DESENVOLVERSE EN TU POSICIÓN?
Primero tiene que amar la portería, es algo básico y fundamental. Por la experiencia que yo viví la portería me empezó a gustar desde que yo tenía seis años, veía a los porteros, veía los penales, los porteros que se aventaban, que usaban un uniforme diferente que usaban guantes, que eran líderes, traían siempre el número uno y eso es algo que a mí me gusta mucho, ser el número uno en todo y nada más; el portero puede ser el uno o en casi todos los equipos es el número uno y para mí un niño o un joven que quiera ser portero tiene que amar la portería , amar el futbol, tiene que ser muy seguro de sí mismo y tener un hambre de triunfar enorme. Con eso y ya todo lo demás Dios te lo da por añadidura.

CARLOS "PESCADITO" RUIZ UN SIMBOLO DE ESTATUS NACIONAL


José M. Sánchez
SABEMOS QUE ERES UN JUGADOR QUE HA ACUMULADO MUCHA EXPERIENCIA INTERNACIONAL, ¿NOS PODRÍAS DECIR EN RESUMEN LOS DIFERENTES LUGARES EN LOS QUE HAS JUGADO?
Debuté en Guatemala (Municipal), después fui a Noruega, de ahí a Grecia, Los Angeles, Dallas, fui a Paraguay, vine a México, volví a Grecia, luego a la MLS y ahora nuevamente estoy aquí en México.
PLATICANOS ALGUNOS DE TUS LOGROS
Fui tres veces campeón con Municipal en Guatemala; también ganamos un título internacional en un cuadrangular de la CONCACAF, eso fue en Costa Rica. Fui campeón en la MLS con el Galaxy, y fui el jugador más valioso de la temporada. También fui goleador del 2002, del 2003 y he sido goleador de todos los equipos en los cuales he militado.
SE TE CONSIDERA UN ÍCONO DEL FUTBOL EN TU PAIS ¿NO ES ASÍ?
Han salido otros futbolistas y han tenido la mala fortuna de salir y regresar a los siete meses o al año, yo soy el único que ha estado por más de 10 años jugando en el extranjero y he tratado de sobresalir en donde he estado; el primer campeonato que gana un Guatemalteco en el extranjero lo gané yo, el ser el jugador más valioso en una liga que no sea en Guatemala lo fui yo, entonces eso me identificó mucho con la gente.
SE DICE QUE NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA, PERO ¿LA GENTE EN GUATEMALA TE RECONOCE VERDADERAMENTE TODA TU TRAYECTORIA?
Hay un periódico en mi país que se llama PRENSA LIBRE y que anualmente hace encuestas sobre quién es el personaje del año para la gente guatemalteca. En tres años he ganado el personaje del año por encima del presidente de mi país y siempre he estado compitiendo contra ya sea políticos o incluso gente que ha ganado el Premio Nobel de la Paz - Rigoberta Menchú -; entonces la gente me tiene por suerte en un lugar en donde muy pocos han llegado, un lugar en el cual nunca había llegado otro deportista.
PERO PARA LLEGAR A SERLO, SEGURAMENTE HAS DEBIDO HACER TAMBIÉN GRANDES ESFUERZOS PARA ADAPTARTE A LOS DIFERENTES PAÍSES
Me siento muy contento de ser esa persona porque he sabido sobrellevar esa carga acoplándome a diferentes culturas como lo es en Europa, diferentes lenguajes, lo que fue Grecia aprender el griego, ir a E.U. y manejar el inglés; siempre sabiendo que soy Guatemalteco pero a donde vas te tienes que acoplar, entonces me estoy acoplando a diferentes culturas. Puedo decirte que se me ha hecho mucho más fácil acoplarme incluso a diferentes niveles futbolísticos. Al principio siempre es difícil y ahora pues con la madurez que tengo y donde he estado se me ha hecho mucho más fácil.
ENTIENDO QUE TAMBIÉN TIENES INTERESES DE AYUDA COMUNITARIA, SOCIAL. HABLANOS UN POCO DE ESO.
Hay una ONG que se llama Make a Wish Foundation, ellos tratan de cumplirles el último deseo a muchos niños que por X o Y motivos están en un hospital, y bueno algunos gracias a Dios se salvan, otros no; tuve la oportunidad de poder ir a visitar varios niños porque ellos lo pidieron. Es algo bien duro saber que el último deseo que puede tener un niño o alguien en un hospital es conocerte. Fui a diferentes hospitales en E.U. para hacer esa labor humanitaria. En Guatemala hago lo mismo, voy a orfanatos y a hospitales. La última vez hicimos algo en Guatemala que fue hace un par de años atrás, le pusimos una pierna a un niño que tenía muchos deseos de conocerme. Estábamos concentrados con la selección, llegó con una pierna y realmente me sorprendió. Entonces con la gente que me maneja en Guatemala hicimos varias cosas para lograr que el niño tuviera una vida un poco más normal; son cosas que tal vez la gente no sabe porque yo tampoco voy con bombos y platillos a hacer ese tipo de cosas pero son cosas que yo he hecho y me he sentido muy contento de hacerlo porque vengo de un barrio muy pobre, vengo de una familia que solo tuvo una madre, tengo tres hermanas, entonces fue el ver realmente como crece la sociedad pobre guatemalteca y ves en lo que te conviertes gracias al deporte, a un don que te dio Dios y que lo supiste explotar. Nunca olvidar realmente tus raíces, de dónde vienes y tratar de ayudar a la gente ya que tienes la oportunidad. Eso a mi realmente me hace muy feliz.
¿ESO HACE QUE ENFOQUES TU PROFESION DE UNA MANERA DISTINTA?
La profesión del futbolista yo la puedo resumir en dos facetas: el aprendizaje cuando te están enseñando las cosas básicas que es una diversión, y cuando ya te vuelves un jugador profesional que ya es como un trabajo. Si pierdes la diversión que tuviste de niño en esa profesión se te hace un trabajo tedioso todos los días estar entrenando y hacer lo mismo. Yo creo que en base a eso tú puedes ir recordando varias cosas, puedes ir ayudando más. Por ejemplo yo puedo ir a pararme con jóvenes a darles una explicación, le llaman charlas motivacionales, yo realmente le llamo “resumen de mi vida”, cómo yo a los 12 años salí de mi casa a ganarme la vida y nunca más volví a ella. Entonces son cosas que yo trato hacerle ver a la juventud, de que si se puede, de que sí existe esa luz al final del túnel. Pero si le pierdes el amor a lo que haces no puedes llegar a hacer ese tipo de charlas Si cambias de lo que fuiste a lo que te has convertido tampoco puedes llegar a hacer eso; entonces va un poco de la mano la alegría que tienes por esta profesión y lo que te ha dado, y también no olvidarte de dónde vienes, yo creo que eso es lo primordial.
CUANDO YA HAS LLEGADO A ESE NIVEL, CON AÑOS Y AÑOS EN EL FUTBOL, ¿QUE TE SIGUE MOTIVANDO PARA SEGUIR?
En el deporte que hago, ganar. Yo tuve la escuela o me topé en mi vida gracias a Dios con una persona que me enseñó las armas para defenderme en esta profesión, pero me enseñó el ganar, ganar, ganar, ganar siempre. Crecí en un equipo donde no se te pedía menos que eso que era ganar, y a donde he ido he tratado de hacer eso. Hay motivaciones extras obviamente como un buen contrato, el dinero, pero volvemos a lo mismo, esa pasión que tienes por este deporte y la alegría que te da el jugarlo, lo culminas si eres ganador. Y al final no solo pasa en esta profesión, pasa en muchos aspectos de la vida: nadie recuerda al perdedor, todos recuerdan al ganador.
COMPARTENOS QUÉ SIGNIFICAN PARA TI ESTOS TRES CONCEPTOS: PASION, ALEGRÍA Y CONSTANCIA.
PASION:
Mira, la gente la siente diferente, yo realmente es algo que me permite el levantarme todas las mañanas, saber que estoy vivo, venir al entrenamiento, saludar a mis compañeros, el ver una pelota, eso a mí me enciende; ver un campo, la porterías, eso para mí es la pasión del deporte. En el futbol hay tres resultados ganar, empatar o perder, obviamente todos buscamos ganar, pero la pasión la tienen que tener los jugadores, la pasión se puede mostrar de diferentes formas. Algunos la expresan gritando, otros la expresan más callados pero el gesto, el lenguaje corporal que tienes, eso da mucho de qué hablar, y esa es la pasión que yo puedo sentir. Yo en estos momentos soy el capitán de este equipo y tengo que expresar muchas cosas, muchas veces hablando, muchas veces con mi manera de hacer y ellos ven también eso.
ALEGRIA:
Tiene que existir siempre una alegría más que todo cuando trabajas con 25 jugadores. Un vestuario que no tenga alegría es un vestuario que está muerto; todo lo que haces en un vestuario se refleja dentro de la cancha. Si tú eres alegre y estás en un grupo donde todos son alegres eso lo vas a reflejar dentro del terreno de juego, vas a ver un grupo alegre, un grupo que se divierte al jugar. Y al final de cuentas es eso, un juego, el futbol es un juego donde todos quieren ganar.
CONSTANCIA:
Mira la constancia para mí ha sido el nunca dejar de aprender, nunca bajar los brazos. No he escuchado a ningún jugador que diga que ya lo sabe todo y he jugado con muchos jugadores, te puedo nombrar David Beckham o De Nilson, son jugadores que han pasado por muchos clubes reconocidos a nivel mundial y están todos los días entrenando hombro con hombro con los que están recién iniciando. Entonces esa es la constancia que tiene que tener un futbolista, saber que nunca aprendes todo en el futbol.

APRENDIZAJE CARDIACO Y PRECALENTAMIENTO


Psic. José Manuel Sánchez Durón
¿Recuerda usted cuando fue la última vez que vivió alguna emoción con tanta intensidad, que logró sentir los latidos de su corazón como si “quisiera salirse de su pecho”? Las emociones son reacciones muy complejas de nuestro organismo que siempre se caracterizan, entre otras muchas cosas, por latidos cardiacos característicos (dependiendo por supuesto de la intensidad de la emoción que se experimenta).
De esta manera, besar apasionadamente, vibrar por la emoción de un gol, extasiarse por un tema musical casi hasta las lágrimas, enfurecerse por una llanta ponchada bajo la lluvia, o mirar por primera vez a nuestro hijo recién nacido, son experiencias que nos hacen reaccionar con fuertes palpitaciones mismas que son un buen indicador de la emoción experimentada. Sin embargo, el corazón de todas las personas no se “comporta” de la misma manera, en el sentido de que no reacciona con la misma frecuencia de latidos ante las circunstancias.
Hagamos un experimento imaginario: si colocamos a dos personas del mismo género, de la misma edad, misma nacionalidad, similar complexión corporal y condiciones nutricionales igualmente similares, frente a una situación emotiva (digamos frente a una escena de violencia en el cine), y luego medimos su respuesta cardíaca, lo más probable es que obtengamos medidas diferentes para cada persona. ¿Cómo explicamos esta diferencia? ¿por qué sus reacciones cardiacas son no son iguales? La respuesta está en el aprendizaje.
En términos generales y útiles para esta breve exposición, diremos que el aprendizaje se refiere a todo aquél cambio en la forma de reaccionar de un organismo animal (incluido por supuesto el hombre) y de sus órganos internos como producto de las interacciones que éste tiene con el medio ambiente que le rodea a lo largo de su vida.
En el año de1920, el psicólogo estadounidense John B. Watson realizó un experimento sobre el aprendizaje de emociones único en su tipo: llevó a su laboratorio a un niño de 11 meses de edad y le mostró alternadamente algunos animales (conejo, rata y perro) colocándolos frente a él. En estas circunstancias la reacción del pequeño fue la esperada para cualquier otro de su edad, observar al animal, e intentar tocarlo. A continuación, se mostró una vez más al animal pero ahora provocando inmediatamente después un fuerte sonido a espaldas del niño, de tal intensidad que provocaba un sobresalto y agitación en él. Esta operación se repitió en varias ocasiones consecutivas: animal-ruido, animal-ruido, etc. Al cabo de unos minutos, la sola presencia del animal frente al niño, aún sin el sonido, provocaba por sí misma el sobresalto del menor.
Si bien este experimento puede ser criticado por algún argumento ético respecto a la integridad del pequeño, nos demuestra un hecho inequívoco: las reacciones corporales que podemos agrupar bajo el nombre de “miedo” (incluidas por supuesto las reacciones cardiacas) son aprendidas, en el sentido de que podemos aprendemos a temer ante cosas que originalmente no temíamos. Y esto aplicaría igual para reacciones de alegría y gozo o cualquiera de las emociones que se pudieran considerar.
Por lo tanto, podemos decir, en sentido figurado, que el corazón aprende a reaccionar ante las circunstancias, dependiendo de cuales hayan sido las experiencias que hayamos tenido con circunstancias similares en el pasado. Por esta razón le voy a llamar a lo anterior “aprendizaje cardiaco”.
Debo subrayar que hablo en sentido figurado porque en realidad el mecanismo de aprendizaje ocurre en el sistema nervioso que es el que a su vez controla los latidos del corazón. Sin embargo el concepto de “aprendizaje cardiaco” es útil porque nos permite enfocarnos exclusivamente en las reacciones del corazón –y no en otras- como producto del aprendizaje.
¿Qué implicaciones tiene la noción de aprendizaje cardíaco para el calentamiento precompetitivo? Al preparase para iniciar una competencia, el atleta comienza con ejercicios de calentamiento que de manera refleja incrementan su frecuencia cardiaca, pues el consumo de oxigeno y energético de los diferentes grupos musculares se incrementa. Se trata de un calentamiento “mecánico” en el sentido de que se recurre al movimiento real de los segmentos corporales para favorecer la puesta en marcha de todos los procesos vitales internos de salvaguarda (incluida la respuesta cardiaca). Este proceso puede beneficiarse si lo complementamos con un precalentamiento o calentamiento “psicológico”.
Si ya dijimos antes que el corazón ha aprendido a reaccionar (vía el sistema nervioso) ante las circunstancias que rodean al organismo, es posible entonces (y válido además) presentarle al corazón algo ante lo cual sepa reaccionar para favorecer de esa manera que comience a incrementar su frecuencia de latidos aún antes de comenzar la actividad física real propia del calentamiento normal (de ahí el nombre de “precalentamiento”).
Si somos observadores, muchos atletas hacen esto de manera intuitiva y sin tomar conciencia de ello mediante sus rituales de precompetencia. Por ejemplo, cuando un deportista en su vestidor observa la foto de su familia, o lee una oración religiosa, o escucha una determinada canción (regularmente la misma), se está por sí mismo exponiendo a situaciones de gran carga emotiva en las que su corazón ha aprendido a funcionar intensamente. Recrear el suceso vivido mediante una fotografía hace que el corazón reaccione en consecuencia.
La próxima vez que debas enfrentar una situación que te requiera un buen rendimiento físico o intelectual, prueba darte unos breves minutos antes para que los dediques exclusivamente al incremento de tu frecuencia cardíaca. Cuando no se tiene a la mano fotografías o música, la imaginación puede ser por sí sola una gran herramienta. Piensa en lo que te motiva, te alegra, te hace sentir fuerte, te hace vibrar, y seguramente vas a sentir cómo tu corazón reacciona inmediatamente. Como una ganancia adicional, podrás notar que la expresión de tu cara también ha cambiado.

PREPARACIÓN PSICOLÓGICA PARA UN ATLETA OLÍMPICO



Psic. José Manuel Sánchez Durón

Si alguna vez has visto a un niño prepararse a conciencia para presentar un examen importante en la escuela y has recordado todo lo “agradable” que tú sentías en esos “lindos” momentos que fueron “memorables” en tu infancia, entonces estarás de acuerdo conmigo en que esa experiencia era muy complicada y que en realidad tales momentos no tenían nada de agradables ni de lindos ni mucho menos de memorables. Presentar un examen requiere antes que nada de tener los conocimientos suficientes, pero implica además una serie de situaciones angustiantes por las que poseer tales conocimientos resulta insuficiente para obtener una buena nota: ser juzgado por tus compañeros y tus padres, poner en riesgo algún premio prometido, pasar o no pasar de grado, y una larga lista de etcéteras.
Cuando un atleta se prepara para una competencia ocurre algo similar, por lo menos hasta cierto punto. Pensemos en un deportista del llamado “alto rendimiento”, esto es, alguien que literalmente vive de su deporte y para su deporte; un atleta que se prepara con los programas más actuales en materia de entrenamiento, que busca desarrollar todo el potencial de que su cuerpo es capaz para exhibirlo en competencias seguidas por la élite mundial, como pueden ser los Juegos Olímpicos.
Como en el ejemplo del estudiante, el atleta olímpico requiere también poseer conocimientos sobre su disciplina pero eso no es suficiente para obtener una medalla, ya que también requiere tener la capacidad de mantenerse concentrado en sus movimientos aún a sabiendas de que lo observan millones de personas en el mundo, requiere de tener el temple para tolerar las destrezas del rival y los imprevistos que puedan surgir durante la competencia, así como mantener en todo momento la confianza para creer que, pase lo que pase, puede obtener la victoria.
Si lo anterior nos parece poco, tomemos también en cuenta que, nuevamente como en el caso del estudiante, están en juego el ser juzgado por los demás, los premios que las marcas patrocinadoras ofrecen, el no defraudar a padres ni amigos ni a su propio país, y otra larga lista de etcéteras. ¿Tremenda cosa no? Esta serie de hechos colocan al atleta en una situación sin duda complicada por lo que ha de buscar que su preparación para su “examen final” sea lo más completa posible. Ello incluye el estar preparado psicológicamente.

La Preparación psicológica
Por preparación psicológica nos referimos básicamente a tres cosas: 1) un programa de trabajo, 2) incluido en el plan general (o macrociclo) del deportista, y 3) implementado por un especialista. Aunque por mucho tiempo se ha supuesto que el trabajo psicológico ha de enfocarse primordialmente a la motivación del deportista, la perspectiva de trabajo es mucho más amplia, pues si bien el atleta ha de estar motivado, también debe ser capaz como ya dijimos de mantener la concentración en su tarea, resolver las situaciones propias de su competencia, ejecutar los movimientos adecuados para cada situación, sobreponerse ante aciertos del rival o puntaje en contra, mantener un alto rendimiento aún disminuido físicamente por lesiones, etc.
Debemos de considerar que los procesos psicológicos son muy complejos en la media que involucran las interacciones que una persona mantiene -y ha mantenido en el pasado- con el entorno que le rodea. Por ejemplo, un gimnasta interactúa con las barras paralelas cada vez que realiza su rutina sobre ellas al adecuar todos sus movimientos en función de las características de ese aparato. Cada aparato posee características físicas (dimensiones, rigidez, textura, etc.), pero además tiene un “comportamiento” particular ante los movimientos del atleta, por lo que diríamos que el deportista actúa sobre el aparato, pero a la vez este último “reacciona” debido a las acciones que se ejecutan sobre él. El atleta debe tener la certeza de que cada uno de sus movimientos corresponde a las “reacciones” esperadas de su aparato, esa es la confianza que se gana después de cientos o miles de repeticiones de sus ejercicios.
La situación se complica porque si bien los aparatos siempre responden igual, los humanos no. El deportista, como cualquier ser humano se ve influenciado en cada una de sus reacciones por una serie de factores externos (sociales) e internos (biológicos) que no permiten predecir su desempeño con total certeza para el día de la competencia. Por esa razón no es extraño observar “fallas” o “errores” en deportistas que se muestran impecables en sus entrenamientos.
Puesto que el entrenador se especializa más bien en la enseñanza del gesto deportivo, de la ejecución apropiada, requiere de alguien que se especialice en el comportamiento humano, alguien que comprenda cómo y porqué una persona actúa de la manera en que lo hace. Alguien que comprenda la complejidad de la conducta y que sepa que no es suficiente con decirle al atleta: “ánimo, tú puedes”.En resumen, el atleta olímpico se ve expuesto a una gran demanda para afrontar de manera exitosa su competencia y para ello se prepara intensamente durante largos periodos; en la medida que incluya en su programa de entrenamiento la preparación psicológica podrá aspirar a un desempeño eficaz el día de su “examen final”.