¿Cómo vive el fin de año un atleta de Alto Rendimiento?

¿CÓMO VIVE EL FIN DE AÑO UN ATLETA DE ALTO RENDIMIENTO?
Psic. José Manuel Sánchez Durón
DEPSIC PSICOLOGÍA Y ALTO RENDIMIENTO S.C.
 

Una manera interesante de entender el curso de la vida es concibiéndola como una serie de ciclos. En general, podemos decir que un ciclo es un proceso que tiene un inicio, un curso y un fin durante un cierto lapso de tiempo. Pero además, lo que define a un ciclo es el hecho de que se trata de algo repetitivo. Los ciclos son procesos que inician y terminan, y que inician de nuevo y así sucesivamente. Un día sigue a la noche, y otro día viene después. Cada fin de ciclo marca el inicio de uno nuevo.

Nuestra vida es un gran ciclo que también tiene su inicio, su curso y su fin. Llegamos cuando otros se fueron y otros vendrán cuando nos hayamos marchado. Pero este gran ciclo de la vida se compone a su vez de otros ciclos más breves pues vamos pasando por una serie de acontecimientos que se repiten como lo son nuestras etapas de vida escolar, laboral, relaciones de pareja, enfermedades, etc. En cada uno de estos casos, vivimos algo durante un cierto tiempo, luego lo abandonamos y regresamos nuevamente. Terminamos un año escolar pero comenzamos otro después; dejamos un trabajo y tomamos otro; terminamos una relación de pareja y otra comienza. Algo se cierra e inmediatamente algo se abre. Nuestra existencia está marcada por esta dualidad de emociones que los ciclos generan: después del luto guardado por lo que se fue nos viene la esperanza de lo que vendrá…
Por supuesto, el hecho de que muchos ciclos ocurran de manera secuencial (esto es, uno después de otro) no elimina la posibilidad de que algunos puedan “empalmarse” unos con otros. Cuando digo “empalmarse”  me refiero a que podemos estar terminando un ciclo en una esfera de nuestra vida mientras estamos cursando al mismo tiempo la parte medular de otro ciclo en otra de nuestras esferas. Es lo que pasa cuando, por ejemplo, terminamos una relación de pareja (se cierra un ciclo) cuando nos encontramos en el mejor momento de nuestro ciclo laboral en la institución con la que colaboramos (la parte medular de otro ciclo). Cada faceta de nuestra vida lleva su propio ritmo (sus propios ciclos) y las diferentes facetas pueden “no ir de la mano”. Esta característica de la vida le otorga un sentido a veces contradictorio, pues nos topamos con que en un mismo momento vivimos la tristeza por un ciclo que se cierra (por ejemplo la terminación de una relación de pareja) y la alegría por caminar eficientemente en otro (por ejemplo al estar en el mejor momento de la vida laboral). ¡Vaya situaciones tan interesantes ante las que nos exponen las circunstancias!

Voy a poner otro ejemplo de esta clase de “empalmes de ciclos”. Cada uno de nosotros llega a un fin de año bajo diferentes circunstancias, a veces alegres o a veces tristes, a veces en plenitud o a veces en condiciones mermadas, a veces con la esperanza por lo que se viene o a veces con la incertidumbre por lo que nos depare el destino. Cada quien llega a su manera dependiendo de cómo vayan las cosas en la vida. Pero de alguna manera un fin de año nos representa a todos el fin de un ciclo. Y como todo ciclo que termina se viene luego uno más: “¡año nuevo vida nueva!”, reza el dicho, como queriendo decir que un “nuevo ciclo” está por comenzar.

En mi opinión, un cierre de ciclo como el que representa cada fin de año es buena oportunidad para sacar algunas conclusiones sobre lo vivido en los 12 meses anteriores. Alguna reflexión por mínima que sea puede resultar de gran provecho si logramos “rescatar” algunas ideas que nos permitan un nuevo conocimiento. Por ejemplo, reflexionar sobre los obstáculos que enfrentamos durante el año y de qué manera los hemos ido sorteando. O sobre los logros que cosechamos y la manera en la que los fuimos sembrando. De todo lo anterior podemos obtener un “alimento” sustancioso para refrescar la imagen que tenemos de nosotros(as) mismos(as), y de esa manera comenzar el nuevo año con gran ánimo y disposición para salir adelante. Definitivamente, no es lo mismo comenzar un nuevo año convencidos de que hemos venido haciendo las cosas muy bien que creer que hemos venido cometiendo “una barbaridad tras otra…”

No obstante (aquí viene lo interesante), como ya lo dije antes, los ciclos de otras facetas de nuestra vida siguen su propio curso. El hecho de que el ciclo anual esté por concluir no representa un fin de ciclo global, en todas las facetas de la vida. Tal es el caso de los atletas de alto rendimiento (AAR). Un AAR es un individuo que vive de -y para- su deporte, una persona con una capacidad superior a la del resto para entregarse a una disciplina de trabajo psico-corporal con el objetivo de ajustarse a los mayores estándares de excelencia atlética. Y sus ciclos de entrenamiento no se sujetan necesariamente a los ciclos anuales. Regularmente, una pretemporada o un periodo de preparación física general ya han comenzado cuando se viene un fin de año.  Por lo tanto, por lo menos para un AAR, la reflexión sobre lo que “ha dejado” el año que termina ha de desarrollarse bajo el marco de un arduo trabajo que no puede darse el lujo de parar.

Por supuesto que lo anterior no representa ninguna tragedia, más allá de que nuestro AAR que tenemos en casa no pueda entregarse de manera relajada al sin fin de festejos familiares propios de la época. En ningún caso el AAR deberá de renegar por su situación ni quienes le rodean deberán de compadecerse de él (ella). El aprender a sujetarse a un ciclo también es un ejercicio de disciplina, y la disciplina es el recurso indispensable para alcanzar las grandes alturas. En cambio, el cierre del año bien podría –y debería- servir de un gran efecto motivador para los AAR bajo preparación. Una adecuada reflexión personal sobre lo vivido en el año podría ser un fuerte aliciente para entregarse de manera cabal a la etapa del macrociclo en la que cada uno(a) se encuentre. Como todos los deportistas lo sabemos, las etapas de inicio de todo macrociclo son extenuantes y demandan gran esfuerzo psicológico para acondicionar al cuerpo. Pues bien, un fin de año puede promover la carga anímica y motivacional que todo deportista requiere para el esfuerzo.

Así pues, mis recomendaciones para todo AAR en este periodo de fin de año son cuatro: 1) siéntanse satisfechos(as) y privilegiados(as) por la oportunidad que tienen de seguir entrenando, 2) reflexionen en los logros que han cosechado durante el año, deportivos y no deportivos, y alimenten con ellos sus sentimientos de fortaleza individual, 3) háganse a la idea de que cada logro obtenido durante el año es una muestra de su potencial para lograr metas, y 4) analicen cada error cometido durante el año para que no lo repitan en el siguiente.
 
Si estas fechas no puedes comer todos los tamales que quisieras no te preocupes, vas a agradecer no haberlos comido cuando te estén colgando tu próxima medalla…  
 
 
¿Te gustaría evaluar en qué estado psicológico estás llegando a este fin de año y cómo puede éste incidir en tu preparación deportiva para el próximo? ¡Comunícate con nosotros!

DEPSIC PSICOLOGIA Y ALTO RENDIMIENTO S.C.
Zaragoza 417, int 204, centro. Aguascalientes, Ags.
Tel: (01 449) 9154689, cel (33)31494832
info@psicologia-deporte.com
Servicios a toda la República Mexicana

Autoevaluación para tenistas juveniles

FORMATO DE AUTOEVALUACIÓN PARA TENISTAS JUVENILES
Psic. José M. Sánchez Durón
DEPSIC PSICOLOGIA Y ALTO RENDIMIENTO


Vamos a revisar una serie de asuntos relacionados con el torneo en el que acabas de competir en esta semana. Por favor analiza cada una de las preguntas que te anoto a continuación y respóndelas de acuerdo a lo que tú consideras. Por favor responde honestamente.
1.- ¿Estuve motivada(o) antes de comenzar el torneo?
2.- ¿Estuve nerviosa(o) antes de comenzar el torneo? (Si así fue dime si estuviste MUY nerviosa(o), REGULAR, ó POCO)
3.- ¿Tuve alguna preocupación antes de comenzar el torneo?
4.- ¿Cuáles fueron los momentos en los que me sentí mejor durante todo el torneo? (¿Por qué?)
5.- ¿Cuáles fueron los momentos en los que me sentí peor durante el torneo? (Por qué)
6.- ¿Cómo sentí la confianza en mí misma(o) durante el torneo?
7.- ¿Cuál fue el momento más difícil durante el torneo y cómo me comporté?
8.- ¿Aprendí algo nuevo en esta competencia?
9.- Si volviera el tiempo atrás, y fueras a jugar nuevamente este torneo, ¿harías algo distinto de lo que hiciste? Si es así, ¿qué es lo que harías diferente?
10.- ¿Qué es lo que consideras que te hizo falta para obtener un mejor resultado?
11.- ¿Qué tanto terminaste satisfecha(o) de tu rendimiento en este torneo (MUCHO, POCO, NADA)?

¿Quieres saber más?
Escribe a info@psicologia-deporte.com

LA NUEVA CULTURA DEPORTIVA

¿LAS TENISTAS NECESITAMOS ESTAR PREPARADAS PSICOLÓGICAMENTE?
Psic. José Manuel Sánchez Durón
Depsic Psicología y Alto Rendimiento


Un día decidiste practicar el tenis, y sin duda fue una gran decisión. El tenis es un deporte estupendo que, además de ser divertido,  te ayudará a mantenerte saludable y a descubrir muchas cosas sobre ti misma. Incluso  muchas cosas sobre la vida.

Y actualmente ya te encuentras participando en torneos, lo que significa que ahora no solamente juegas por diversión o por mantenerte saludable sino que ahora también buscas aprender a competir. ¡Felicidades! El mundo del tenis DE COMPETENCIA es toda una experiencia llena de aprendizajes, de sueños y de un largo trabajo.
¿Recuerdas cómo te sentiste en tu primer torneo? Cuando participas por primera ocasión en un torneo pueden ocurrir  muchas cosas, como por ejemplo que te sientas contenta pero a la vez nerviosa, ansiosa, motivada, etc. Si te sentiste así en tu primer torneo te diré que todas las chicas sienten lo mismo en un grado o en otro. Algunas más motivadas, algunas más nerviosas, pero todas experimentan esas emociones.
Pues bien, ahora que te encuentras participando en torneos deberás de aprender que el tenis no solo se trata de sujetar la raqueta y de golpear la pelota. También necesitas aprender a entrenar “en forma” y a jugar “para ganar”. ¿Sabes qué significa esto?
Entrenar “en forma” significa entrenar con dedicación y tomar las cosas en serio. Por supuesto que esto no quiere decir que debas de ir a entrenar con una cara seria y de pocos amigos. Me refiero a entrenar dándole toda la importancia a los ejercicios, hacerlos bien e intentando mejorar cada día.
Una tenista “dedicada” es la que acude a todos sus entrenamientos (salvo que ocurra algún impedimento fuerte y justificado) y demuestra que quiere seguir aprendiendo y mejorando.

También dijimos más arriba que deberás aprender a jugar “para ganar”. Esto significa enfrentar a tus rivales con el propósito de superarlas. Y superarlas significa hacer lo posible por sumar más puntos, utilizando todas tus habilidades para lograrlo. Por supuesto que ninguna tenista podrá ganar todos los juegos de su vida. También Sharapova o Venus Williams pierden algunos juegos. Entonces es lógico pensar que tú también perderás juegos. Pero lo más interesante de este deporte es intentar perder menos juegos cada vez, conforme subas tu nivel. Si te esfuerzas por aprender cada vez más y ser más disciplinada en tu manera de entrenar, seguramente te darás cuenta en poco tiempo que comienzas a ganar más juegos que antes. ¡Te lo aseguro!
¿Te comparto un secreto? Nunca dejes de divertirte. Hay algunas jugadoras que se “meten tanto en la cabeza” el deseo de ganar que se olvidan que el tenis es un deporte muy divertido. Cuando eso pasa dejan de disfrutar y comienzan a sentirse mal. Tú que estás empezando a competir estás a tiempo de entender esto que te digo ahora. Compite para ganar pero sin dejar de disfrutar este deporte que tanto te gusta. Creo que cuando jugamos con gusto y alegres jugamos mejor, y eso nos ayuda mucho a lograr mejores resultados.
Pero también es cierto que no basta con divertirse. Para jugar cada vez mejor necesitas aprender a concentrarte, a ponerte objetivos, a desarrollar una disciplina, a confiar en ti misma, a controlar tu nerviosismo, a manejar bien los momentos difíciles de un juego,  y muchas otras cosas más. Te repito que el tenis no se trata solo de sujetar la raqueta y golpear la pelota, también es necesario desarrollar todas las habilidades que te acabo de decir. En otras palabras, también debes de prepararte psicológicamente para que tus habilidades técnicas y tus cualidades físicas (fuerza, velocidad, resistencia) puedan expresarse al máximo.
Estoy seguro de que con tu dedicación vas a lograr desarrollar todo esto que te he dicho aquí. Por supuesto que esto llevará su tiempo y te encontrarás con algunas dificultades en el camino. Pero recuerda que cuando agarraste por primera vez una raqueta también tuviste dificultades y fallabas muchas pelotas. ¡Y sin embargo lograste ir dominando esa raqueta gracias a que lo intentaste una y otra vez! Ese es el secreto. Intenta desarrollar todo lo que aquí te sugiero aunque sea un poco difícil al principio, pero hazte a la idea de que con el tiempo vas a lograr dominarlo. Algún día comprenderás que este es uno de los secretos para salir adelante en la vida…

¿Quieres saber más?
Comunícate con nosotros:
info@psicologia-deporte.com
Facebook: Psicologia Deporte
Twitter: @Ps_Deporte

El sueño Panamericano: un sueño lleno de significado

EL SUEÑO PANAMERICANO: UN SUEÑO LLENO DE SIGNFICADO
Psic. José Manuel Sánchez Durón
Depsic Psicología y Alto Rendimiento


En los próximos días se hablará en todos los medios de comunicación sobre una de las competencias deportivas más importante de América, los juegos Panamericanos Toronto 2015. Los noticieros nos mostrarán los records que se impusieron en la edición anterior en Guadalajara y se renovarán las ilusiones por ver nuevas medallas colgando del cuello de los diferentes representativos nacionales. Será también una ocasión perfecta para que más de un directivo aparezca en pantalla para presumir los logros que ha tenido durante su gestión en el deporte de su país…

Pero aunque directivos, medios de comunicación o comentaristas peleen por adjudicarse un protagonismo artificial, los que vivimos en, del y para el deporte, sabemos que quienes merecen todos los méritos y reconocimiento son las y los atletas.
Este escrito va precisamente para ti atleta, para ti que buscas un sueño y ves en Toronto una magnífica  oportunidad para lograrlo. Para ti que sabes mejor que nadie todo lo que has invertido y sacrificado para llegar hasta donde estás, y que esperas con “ansia” que llegue el gran día.
Cuando trabajo con deportistas, apoyándolas (los) en su preparación psicológica, regularmente me enfoco en aspectos muy específicos de su preparación. Así, es común que yo hable con ellas(os) sobre sus hábitos de descanso durante la noche previa, sus pensamientos, sus rutinas precompetitivas, sus emociones del momento, etc. Este tipo de cosas son comunes en el mundo de los psicólogos deportivos, aunque cada uno de nosotros le da su toque personal y su estilo. Así como cada competencia es distinta y así como no existen dos atletas idénticas(os), así también los psicólogos tenemos nuestra propia identidad, nuestro sello particular.
Sin embargo, en esta ocasión quiero referirme a algo más general. En lugar de sugerirte –atleta- algo en concreto que debas de hacer o evitar durante tus periodos de pre competencia, competencia ó post competencia, voy a hablarte de un tema que a mí me apasiona y que considero que para ti puede llegar a ser muy útil. Me refiero al significado que tiene –o puede llegar a tener- para ti la competencia. Así, para comenzar a tratar este tema te pregunto, ¿qué sentido tiene que acudas a la competencia?
Tal vez te parezca un poco extraña mi pregunta, pero créeme que es una pregunta a la que le podemos sacar mucho provecho. Durante los últimos meses y semanas has venido “entregándote en cuerpo y alma” a tu preparación, con la esperanza de ganar un boleto a Toronto. Y ahora que lo tienes no has bajado la guardia y sigues esmerándote cada día más y más. La idea de que estarás allá dentro de pocos días se ha afianzado bien en tu cabeza. Ante tus ojos, no existe otra cosa que la meta de acudir a competir y buscar un buen resultado.
Pero hagamos una pausa en nuestro camino, y pensemos por un instante qué pasaría si decidieras no ir a competir. Supongamos por un instante que cambias de opinión y que renuncias a tu derecho ganado de estar allá.  ¿Qué pasaría si simplemente no vas?, ¿perderías algo?, ¿en qué te afectaría? Después de todo, si no vas te ahorrarías mucho estrés y preocupaciones, ¿no crees?
Piénsalo por un minuto y luego sigue leyendo…
Déjame adivinar algunas de las cosas que tal vez estés pensando en este momento. Si no acudieras a Toronto te meterías en una serie de problemas con tu Federación, patrocinadores, medios de comunicación, etc. Tal vez creas que te ganarías el reproche y crítica de mucha gente cercana. ¿Estoy en lo cierto?
No dudo que algunas -o todas- de estas cosas podrían venirse encima si decidieras no acudir a competir. Pero aquí está precisamente la idea que te quiero regalar en este escrito. Si prestas atención, notarás que todas las consecuencias que anoté en el párrafo anterior son externas a ti, esto es, se trata de situaciones que te afectan pero que provienen de otras personas. ¿Me comprendes?
Sé que todo atleta está permanente bajo el escrutinio público. La gente que te rodea te admira, te aplaude, te sigue, te reconoce, pero también te critica, te señala, te cuestiona, te castiga, te abandona, etc. Toda (o) atleta se debe a –y depende en gran medida de- la gente que le rodea, incluidos su entrenador, los directivos de su Federación, el público, su familia, sus patrocinadores, etc. Y así como toda esta gente puede resultar de un gran apoyo, también pueden convertirse en un obstáculo potencial. ¿Quieres que te ponga un ejemplo? Muy sencillo, ¿te has sentido presionada(o) cuando crees que los demás esperan mucho de ti en una competencia? Creo que en este momento más de uno me dará la razón…
Opino que en el deporte de alta competencia puede ocurrir un riesgo que bien podemos evitar si somos capaces de preverlo. El riesgo de perder el sentido de lo que hace. Me explico. Un día te ilusionaste con el sueño de ir a representar a tu País a una competencia de gran envergadura como los son los juegos Panamericanos y a partir de ese momento te entregaste a tu preparación. Te enfocaste en tu meta y conforme transcurría el tiempo  tú solo pensabas “tengo que llegar, tengo que llegar, tengo que llegar…”
Conforme avanzaste en tu preparación demostraste talentos que le gente que te rodeaba supo detectar. Muy pronto se acercó gente que te brindó alguna clase de apoyo o aplauso. Tal vez ganaste alguna beca y/o algún tipo de recurso federal, estatal o municipal. Pero conforme esto pasaba la gente que se te acercó también comenzó a meterse –en su propia cabeza- la idea de que tú “tienes que llegar, tienes que llegar, tienes que llegar…”; es más, estoy seguro de que en más de alguna ocasión incluso te lo habrán dicho de viva voz.
El punto al que quiero llegar es a que, cuando se acerca el día de la competencia, te has sumergido en un torbellino de esfuerzo y cansancio físico, expectativas y deseos ajenos, estrés y deseo de superación, que  llegas a pensar que vas a competir simplemente porque es tu obligación. Ni siquiera concibes la posibilidad de dar un paso atrás. Como si fuera tu destino escrito. Como aquélla novia que llega al altar vendida por su propio padre, que no desea ese matrimonio pero sabe que ese es su destino porque ya lo decidieron así quienes tienen la autoridad para decidirlo…
Sin embargo, el deporte tiene dimensiones mucho más sublimes que lo que acabo de decir en el párrafo anterior. Una vez más vuelvo a la pregunta que te hice renglones más arriba. ¿Qué sentido tiene que acudas a tu competencia? Pues bien, creo que el deporte puede ser una experiencia llena de significado para ti.
El significado es una experiencia completamente personal, es algo que solo te pertenece a ti ya que tienes tu propia manera de vivir tu deporte. Cada atleta vive su deporte a su propio estilo. Una misma competencia como los Juegos Panamericanos puede tener significados muy diferentes para  los contrincantes. En otras palabras, no se lucha por las mismas razones ni con los mismos deseos. Mientras que para algunos sólo se trata de una competencia más, para otros puede tratarse de la experiencia más importante de toda su vida. Mientras que para algunos puede resultar la experiencia más estresante de todas para otros puede ser una magnífica oportunidad de sentirse libres. Si es correcto decir que cada uno de nosotros vive su propia vida a su manera, también es cierto que cada uno de nosotros vive, disfruta y sufre sus competencias a su manera.
En base a todo lo anterior te quiero hacer una recomendación: encuéntrale el significado, tu significado personal, a tus Juegos. Y que tu significado personal no sea el cumplirle las expectativas a los que te rodean o ganarte la aprobación de quien te apoya o patrocina. Respeta a los que te han apoyado y demuéstrales tu agradecimiento incondicional, pero no hagas depender de ellos el significado de lo que haces. Tu esfuerzo representa tu sudor, tus lágrimas, tus corajes, tus gritos, tus alegrías y tus sacrificios. Sólo tú conoces el color de tus días más pesados de entrenamiento y  el sabor de tus lesiones. Tu dolor solo te habló a ti al oído, y la satisfacción de haber logrado cada meta la vivió tu propio corazón en cada latido. Por lo tanto, el significado de estos Juegos es una experiencia muy íntima que nadie más que tú es capaz de descifrar.
Creo que cuando hacemos algo lleno de significado para nosotros lo vivimos de una manera diferente a que si no lo tuviera. Incluso el nerviosismo se vive de otra manera cuando estamos conscientes de que estamos ante algo que es trascendental para nosotros pero no porque cumpliremos las expectativas de los demás sino porque es algo que tiene un sentido personal especial. Así pues, recuerda que no irás a competir por obligación o porque “no te queda otra”. Irás porque así lo quieres tú, porque es una magnífica oportunidad para descubrirte y seguirle encontrando sentido al vivir. Por supuesto que deseo con todo mi esmero que logres todas las marcas que estás buscando en estos Juegos, pero sobretodo te deseo sinceramente que logres recordar el sentido que tenía para ti el competir cuando comenzabas tu carrera deportiva, cuando tu principal motivación era el darte cuenta que eras capaz de hacerlo cada día un poco mejor y cuando tus mejores noches eran las que deseabas que amaneciera pronto… para poder ir nuevamente a entrenar.   
Envía tus comentarios a: info@psicologia-deporte.com
Servicios a toda la República Mexicana

Un brazo para cruzar el cielo

UN BRAZO PARA CRUZAR EL CIELO
 
Psic. José Manuel Sánchez Durón
 
 Transcurre un minuto llevando a cuestas 60 breves segundos. Y pasa otro y luego otro. Cuando menos acuerda, los minutos formaron una hora y ella sigue en la pista. En esa pista que ha sido testigo de su esfuerzo, su dedicación y su entrega durante el tiempo que le ha llevado prepararse para llegar a la cita final. Si es verdad que existen citas con el destino la de mañana es, sin duda, una cita de esa clase.
Abigail, “Abi” ó “campeona”, es una competidora que se ha moldeado a sí misma. Nacida bajo la estirpe veracruzana, de un pueblo que ha demostrado históricamente su bagaje en la lucha y el desarrollo cotidiano, Abi encontró en la jabalina la compañera ideal para sus aventuras y su caminar por el mundo. Muy pronto descubrió que serían la pareja ideal. Y no se equivocó, a la fecha ha logrado convertirse en una de las promesas del deporte nacional gracias a todos los logros que la han colocado en el medallero en repetidas ocasiones.
Cuando yo la conocí me di cuenta rápidamente de que se trataba de una competidora excepcional. Serena al hablar y con el brillo en la mirada que acostumbran las y los ganadores. Cuando le hablas a Abi sabes que ella analiza a detalle tus palabras, y cuando la escuchas sabes que lo que dice tiene mucho sentido. Lo dice una atleta que ha sabido sortearse las dificultades y retos que le ha impuesto su existencia y que a la vez ha salido triunfante en las batallas de la vida. Acostumbrada a pelear para ganar, ella sale a competir a la pista sintiéndose en su propio hábitat.
A fuerza de ser sincero diré que su gran trayectoria no debería de asombrarnos ya que es congruente. Desde mi punto de vista, un buen resultado deportivo asombra cuando no se le espera, o cuando se pensaba que era casi imposible lograrlo. En cambio, un buen resultado deportivo se “espera” cuando el(la) atleta que lo obtiene ha demostrado suficiente dedicación y talento como para merecerlo. En este último caso, un buen resultado que es el producto de un trabajo comprometido es un hecho congruente. Pues bien, quienes conocemos a Abi y hemos seguido su trayectoria de cerca sabemos que todos sus logros han sido congruentes con su forma de prepararse ya que ella es de las que entregan todo por una causa… su causa.
Por esta razón no me extrañará en lo absoluto que mañana, a la hora de su cita con el destino, el resultado sea una vez más congruente. El deporte es justo con aquéllos que se entregan a él. Y si entregarse significa dedicarle toda una vida llena de sacrificios y preparación constante, entonces tú campeona te has entregado y el deporte te hará justicia. Tu fuerza es tu pasado que te ha convertido en lo que eres, y si mañana necesitas un pequeño empujón para lanzar más lejos, puedes jurar que somos muchos los que estaremos impulsando tu brazo… para cruzar el cielo.


FINALES Y ASCENSOS: CUANDO SE ACERCA LA HORA DE LA VERDAD

Psic. José Manuel Sánchez Durón

Depsic Psicología y Alto Rendimiento

Está próximo el partido que definirá al equipo que ascenderá la próxima temporada al máximo circuito de nuestro balompié nacional. De acuerdo al formato establecido, el campeón del torneo de apertura en la liga de ascenso se debe de medir con el campeón del torneo de clausura para definir cuál de los dos será el afortunado. En esta ocasión, Hidro-rayos del Necaxa y Dorados de Sinaloa se disputan el boleto. ¿Será acaso que ambos equipos llegarán en igualdad de circunstancias al partido decisivo? 
En los años que tengo como psicólogo en el fútbol profesional, me he convencido de que los mecanismos psicológicos juegan un papel decisivo en un partido. Parece existir un acuerdo a nivel mundial de que hoy en día los sistemas de entrenamiento físico colocan en similitud de condiciones a la mayoría de los equipos. Igualmente, los planteamientos tácticos son tan conocidos que resulta prácticamente imposible que un entrenador sorprenda a su rival con un parado de equipo completamente impredecible.  En nuestros días, cada equipo conoce las debilidades y fortalezas futbolísticas de su rival en turno, y más aun si se trata de rivales de un mismo país o zona. Sin embargo, parece que esto que acabo de decir no se aplica completamente a los mecanismos psicológicos. En realidad, lo único que puede realmente llegar a sorprender a un equipo y cuerpo técnico es el estado psicológico en el que “se encuentre” el equipo rival. Interesante, ¿no lo crees?
En el mundo del fútbol, como en cualquier otro deporte, no es nada raro observar que el desempeño de un mismo jugador puede variar radicalmente de un partido al otro. Un jugador puede dar el partido “de su vida” un fin de semana y luego tener un partido “para el olvido” ocho días después, o viceversa. Puesto que ni las capacidades futbolísticas ni físicas desaparecen de un día para otro, la única explicación posible para esta clase de “cambios radicales” apunta al funcionamiento psicológico del futbolista. Pero, ¿cómo puede hacer un futbolista para llegar en las mejores condiciones psicológicas para jugar un partido?
Seguramente cada psicólogo tendrá su propia opinión al respecto. Pero la mía se basa en la experiencia de muchos años trabajando con futbolistas. Por supuesto, debo de aclarar que no existe una fórmula sencilla para lograr que un futbolista “llegue en su 100 % psicológico” a un partido. En realidad se trata de un tema muy complejo. Pero creo que si el futbolista se interesa por llegar en dichas condiciones tendrá más posibilidades de éxito que si sólo aguardara la hora del partido sin prestar atención a estos aspectos.    
Pongamos por ejemplo el caso de Necaxa y Dorados, ahora que se encuentran a solo unos días del gran compromiso. Desde este momento es necesario “hacerse a la idea” de que ya están jugando parte de su partido. A lo que me refiero es al hecho conocido por cualquier profesional de que los partidos no arrancan a partir del silbatazo del árbitro sino desde antes, ya que previo al partido ya deben de encontrarse lo suficientemente concentrados y motivados para enfrentar el reto. Si un futbolista espera a que silbe el árbitro para comenzar a “meterse” en el partido de seguro lo va a pagar muy caro.
Sin embargo, lo que no se dan cuenta todos los futbolistas es que la preparación psicológica previa al partido no se limita al día del juego. Si las horas inmediatamente antes de tu partido ya te estás preparando para lo que viene es muy bueno, pero lo será aún más si te preparas desde días enteros de anticipación. Esto quiere decir que si tu partido importante es el fin de semana  entonces debes de comenzar a vivirlo desde la media semana. ¿Cómo? Aquí te comparto 11 sugerencias, digamos que son mi 11 ideal:
1.- Repasa una y otra vez, en video o en el recuerdo, todos tus buenos desempeños de la temporada, pues esto “te recordará” las cualidades que posees en este momento de tu carera.
2.- Haz una lista de las posibles situaciones desfavorables que te podrían ocurrir antes del partido (por ejemplo sentirte “tenso”) o durante el mismo (por ejemplo cometer un error) y piensa cuál será tu plan de respuesta si eso llegara a ocurrir.
3.- Resuelve cualquier asunto familiar o externo que tengas pendiente, pues de lo contrario lo “traerás en la cabeza” el día del partido y no te podrás concentrar completamente. Si no puedes resolverlo completamente al menos haz lo necesario para delegarlo a otra persona o para postergarlo para después de la final.
4.- Planea cómo organizarás tu tiempo durante la concentración, lleva contigo buenos libros y/o pasatiempos que te ayuden a relajarte y distraerte un poco durante las horas en las que estarás encerrado con el equipo.
5.- Platica con tus compañeros todo lo que necesites hablar respecto a las estrategias que seguirán en el juego,  pero eviten los comentarios pesimistas (“no sé si llegaré en las mejores condiciones”) o muy confiados (“vamos a pasarles por arriba”).
6.- Evita darle “vueltas en tu cabeza” a errores que hayas cometido en el pasado.
7.- Búscale el "sentido" al partido. Cada partido debe de tener su propio significado. No se trata solo de jugar por jugar. Jugamos y competimos “por” algo y “para” algo. El que compite sin motivos no competirá con su máximo esfuerzo; en cambio el que compite por fuertes motivos sacará toda su fuerza por lograr su meta. ¡Sé un guerrero con muchas causas!
8.- Si durante el partido ALGO sale mal como en otras ocasiones, evita caer en el error de suponer que entonces TODO va a salir mal como antes. Piensa que cada partido es diferente y de que el resultado de un partido nunca está decidido sino hasta que termina. Los errores son para corregirse no para utilizarse como pretextos para  justificar las derrotas.
9.- La primera jugada del partido es crucial. Aunque esto parece obvio, muchos no lo entienden. Tu primer contacto con el balón -una vez que arrancó el partido- tiene tanta importancia que debo de recordártelo. En el momento en el que tocas el balón por primera vez en un partido descargas toda la tensión que traías acumulada ya que es en ese momento en el que sientes que ya comenzó tu partido. Y es mucho mejor si ese primer contacto con el balón es acertado. Si tocas bien, o si disparas bien, o si despejas bien o si lo atajas bien la primera vez será más probable que lo sigas haciendo bien el resto del partido porque ganarás confianza. En cambio, una mala jugada cuando apenas tocaste por primera vez el balón te generará nerviosismo y ansiedad. Así que, cuando el árbitro esté a punto de silbar el arranque del partido, enfócate en tu primer objetivo inmediato: jugar bien tu primer balón.
10.-  La noche anterior al partido necesitas descansar. Pero es una de las noches del año en la que menos puedes hacerlo. Muchos jugadores pasan mala noche antes del gran día debido a que no son capaces de dejar a un lado su ansiedad y “le dan vueltas y vueltas en su cabeza” a lo que puede ocurrir en el partido. Si no es tu caso te felicito, pero si tú eres de esos jugadores entonces es necesario hacer algo al respecto. Es normal que estés pensando en el partido la noche anterior pero sería mejor que pudieras hacerlo a otra hora del día. Te sugiero que le dediques alguna hora por la tarde a pensar en todo lo relacionado al juego, de manera que al llegar la noche tengas menos cosas en qué pensar ya que todo lo has repasado ya. No tiene sentido que pienses en lo mismo 1000 veces. Al llegar la noche elige una actividad que atraiga tu atención como por ejemplo ver las noticias o alguna película. De preferencia algo tranquilo e interesante, pero nada que te exalte. Y, sobre todo, no veas fútbol antes de irte a dormir ya que eso estimularía nuevamente tu imaginación y te “espantaría el sueño”.
11.- Finalmente recuerda que, independientemente de todo lo que está en juego, estás ante una oportunidad de hacer lo que siempre te ha gustado en la vida: jugar al fútbol. El fútbol no solo se sufre, también se goza. Eso no lo olvides ni siquiera cuando estés jugando un ascenso. Parece tan extraño ver a jugadores que saltan a la cancha como si estuvieran haciendo algo que odian o detestan. La vida te da la oportunidad de probarte, de exigirte, de descubrirte y de encontrarte a ti mismo en la cancha. No desaproveches esa excelente oportunidad de sentirte pleno sólo por el temor o la preocupación de fallar o de salir derrotado. El fútbol, como la vida, es para disfrutarse.

Un rugido contra el descenso

UN RUGIDO CONTRA EL DESCENSO
Psic. José M. Sánchez Durón

El león es un  animal temible. La fama que se ha ganado como el “Rey” de la selva no ha sido gratis. El león ruge y todos los animales de la selva se atemorizan… o por lo menos guardan su distancia.
Si hiciéramos un análisis psicológico del león nos veríamos obligados a considerar su impacto en el resto de los animales. La sola presencia del león, y sobretodo su actitud retadora, genera en sus adversarios un conjunto de reacciones de pánico que son fáciles de identificar. Ahí radica el elemento psicológico. Lo psicológico no solo se refiere a los procesos que ocurren “dentro de nuestra cabeza”  sino a las interacciones que mantenemos con las cosas y personas que nos rodean. Cuando una persona (o un león) ejercen un impacto sobre los que la rodean, eso demuestra que un conjunto de procesos psicológicos están en juego.
Definitivamente, los procesos psicológicos que están ocurriendo en el seno del equipo Leones Negros de la Universidad de Guadalajara son impresionantes. Este equipo ha pasado por una serie de fases en el presente torneo. Hace tres semanas ocupaba el fondo de la porcentual y ahora se aleja poco a poco de dicha posición. En los últimos tres partidos ha logrado ejercer un impacto real sobre sus adversarios, lo que le ha permitido obtener 9 puntos de oro en su camino a la salvación.

Como el león en la selva, los Leones Negros han sido psicológicamente superiores a sus rivales en turno. Fueron al estadio Azteca y vencieron al América, luego superaron a los Tigres en casa y este fin de semana trajeron tres puntos de Morelia. Todo mundo sabe que después del triunfo un equipo queda más fuerte, pero lo que muchos ignoran es que los triunfos vienen cuando esa fortaleza ya está presente en un equipo. Es obvio que los Leones Negros se han venido preparando psicológicamente para cosechar lo que han logrado en las últimas semanas.

Si bien la preparación psicológica no asegura  una victoria, ninguna victoria llega cuando se es psicológicamente débil. Los pupilos del profr. Alfonso Sosa están demostrando que, en la jungla futbolística, su rugido puede intimidar psicológicamente a cualquiera.

Xoloitzcuintle: un perro que ladra y sí muerde

XOLOITZCUINTLE: UN PERRO QUE LADRA Y SI MUERDE
Psic. José M. Sánchez Durón
 
¿Qué mensajes se les transmite a un equipo para conseguir su máximo potencial?, ¿qué se le dice a un futbolista para que aprenda a confiar en si mismo y en el equipo?, ¿cómo se le habla a un grupo para convencerlos de que van por el camino correcto?

Las respuestas a estas y otras preguntas son la búsqueda permanente de todo Director Técnico (D.T.)  en el fútbol profesional. El D.T. es un individuo que sin duda amerita conocer mucho de fútbol pero -sobretodo- debe de convertirse en un experto en al arte de la comunicación humana. Debe de saber cómo transmitir un mensaje mientras demuestra que está convencido de lo que dice, al grado de lograr incluso convencer a quien lo escucha: el jugador mismo.

Por supuesto lo anterior no es una tarea fácil. Todo equipo de fútbol es un conjunto de personalidades diferentes que tienen sus propios intereses, motivaciones, gustos y disgustos, y lograr conjuntarlos a todos para tomar un acuerdo en común es una labor que exige tacto, paciencia, audacia y algo de simpatía.
Sin lugar a dudas, todas estas cualidades distinguen a Daniel “travieso” Guzmán y su cuerpo técnico. Este grupo de audaces han asumido el reto de dirigir a un Club que ya sabe lo que es llegar a la cima y alzar un trofeo de campeón en diferentes divisiones (incluyendo por supuesto la primera división nacional), y han logrado en poco tiempo conjugar los intereses de todos para “echarse el equipo al hombro” en cada partido. Como ya lo dije antes, lograrlo no es cosa fácil. Pero parece que este cuerpo técnico sabe las dosis para transmitir cada mensaje… y de hacerlo en los momentos adecuados.
En el presente torneo los Xolos han mostrado una y otra vez la “entereza psicológica” de los grandes. Por “entereza psicológica” me refiero a un conjunto de cualidades relacionadas con la lucha, la competitividad, el esfuerzo, la disciplina y la insistencia. Los Xolos no solo están sumando puntos sino que están logrando desarrollar en sus seguidores el impacto psicológico más importante para un equipo: QUE SU AFICIÓN CREA EN ELLOS Y SE ILUSIONE CON EL CAMPEONATO.

Apenas este fin de semana los Xolos superaron claramente a los Tiburones Rojos de Veracruz, un equipo que a pesar de su situación en la porcentual está ubicado en la parte alta de la tabla. La semana pasada, los Xolos demostraron que cada minuto cuenta, cuando lograron empatar al minuto 92 al Santos de Torreón. Y hace dos semanas dieron una cátedra de lucha y coraje cuando revirtieron un marcador de dos a cero en contra para salir airosos venciendo a los Tuzos del Pachuca con un marcador final de  3 a 2.

¿Casualidad?, ¿suerte?, ¿buena racha? Cualquiera que atribuya estos resultados a esta clase de “explicaciones” no conoce de futbol ni conoce la capacidad del “travieso” y su gente. La “casualidad” solo explica los buenos resultados cuando son aislados pero cuando estos resultados son constantes entonces será mejor hablar de la capacidad del líder y la de sus dirigidos. En este caso, el líder es un hombre que ya ha sido campeón en el fútbol mexicano y que ha salvado del descenso a más de un Club. Y sus dirigidos son un grupo de xoloitzcuintles que le tienen amor a su raza y respeto a su sangre y sus colores.

Vaya un fuerte abrazo para ustedes Daniel, Mao, Octavio y Alan. Aplaudo su trabajo técnico, táctico y físico… pero sobretodo el psicológico.

Abierto mexicano de taekwondo: un escenario de enseñanzas para la gente

                     ABIERTO MEXICANO DE TAEKWONDO, UN ESCENARIO DE ENSEÑAZAS PARA LA GENTE

Psic. José M. Sánchez Durón

Este pasado fin de semana tuvo lugar el abierto mexicano de taekwondo (tkd) 2015 en la ciudad que alberga el centro de la República Mexicana, nuestro bello Aguascalientes.  Este evento viene a sumarse a la lista, cada vez más grande, de eventos en su tipo que los ciudadanos hidrocálidos tenemos la oportunidad de disfrutar en vivo. Al mismo tiempo tenemos la oportunidad de demostrar que esta ciudad y su infraestructura deportiva están a la altura de grandes escenarios de nuestro país y del extranjero.

Pocas veces se escribe en la prensa y las redes sociales sobre el impacto positivo de organizar este tipo de eventos deportivos para la población en general. Aquí quiero referirme particularmente a este punto. Y es que más allá de los beneficios económicos que una comunidad entera puede obtener con un éxito deportivo (el entrenador español  Vicente del Bosque dijo alguna vez que su país obtuvo beneficios  financieros por millones de dólares después de haber ganado la copa del mundo de fútbol) existen también otra clase de “ganancias” que son dignas de reconocimiento.
Un ejemplo de lo anterior es la enseñanza que se deja a los espectadores del evento, particularmente a los infantiles. De acuerdo a una serie de diferentes estudios en el campo del análisis del comportamiento, los seres humanos (y otros seres de la especie animal) aprendemos por imitación de modelos. Un “modelo” es otra persona a la cual observamos comportarse de cierta manera la cual copiamos en nuestros propios actos. Así, por ejemplo, es más fácil que un deportista novato aprenda los detalles técnicos y tácticos de su disciplina si cuenta con buenos modelos a los cuales imitar. Y, puesto que a un evento deportivo como el abierto mexicano de tkd acuden los mejores exponentes, estos eventos representan una magnífica oportunidad para que los taekwondoines del mañana aprendan observando a los expertos.
Por supuesto que no solamente los pequeños que practican el tkd fueron beneficiados por este evento del fin de semana. En una competencia deportiva (independientemente del deporte de que se trate) se pueden observar un sin fin de comportamientos y de acciones que nos transmiten muchas enseñanzas a los que las contemplamos. En la competencia se observan comportamientos de lucha, de esfuerzo, de atrevimiento, de insistencia, de compañerismo, etc., que resultan sumamente benéficos para cualquier chico, sea deportista en activo o no. De ahí la importancia de que los padres de familia aprovechen esta clase de evento deportivos para llevar a sus hijos(as) a obtener grandes enseñanzas para su vida.

Por esta razón, vaya un aplauso para el Instituto del Deporte del Estado de Aguascalientes (IDEA) y todas las autoridades de gobierno que hicieron posible que el evento fuera todo un éxito; si el deporte transmite valores, este fin de semana los hidrocálidos hemos tenido la oportunidad de aprender muchos para nuestra propia vida.

EL CENTRO DEPSIC: UNA ALTERNATIVA PARA EL DESARROLLO DE LA PSICOLOGÍA DEPORTIVA

EL CENTRO DEPSIC: UNA ALTERNATIVA PARA EL DESARROLLO DE LA PSICOLOGÍA DEPORTIVA
 
Psic. José M. Sánchez Durón
DEPSIC


¿Cómo interviene la Psicología en el deporte?, ¿acaso la Psicología no es solamente “algo” que se enseña en las aulas de la universidades?,  ¿los psicólogos creen que los deportistas estamos locos?
Quiero escribir algunos comentarios sobre estas y otras preguntas similares por dos razones principales. La primera es que, en mi carrera de casi 20 años navegando en las aguas de la Psicología y del deporte, he constatado la falta de información que hay al respecto de parte de los profesionales que nos dedicamos a estos temas. Lo anterior trae como consecuencia que la comunidad deportiva carezca de orientación seria y que se generen mitos que “des-informan” a las personas interesadas. La segunda razón es la de aprovechar para dar a conocer la creación del centro DEPSIC, un centro especializado en  Psicología deportiva que surge como una alternativa de apoyo para todo aquél deportista, entrenador, directivo, árbitro, padre de familia o cualquier persona que busque involucrarse en este apasionante mundo de la psicología deportiva.
Puesto que este tema es bastante amplio y no pretendo extenderme demasiado aquí, me enfocaré en señalar dos aspectos que considero fundamentales. En primer lugar diré que la Psicología es una disciplina científica que estudia el comportamiento, es decir, que a los psicólogos nos interesa comprender los actos, acciones y formas de responder de los organismos humanos (aunque no excluimos nuestro interés por otros organismos del reino animal). Pero subrayaré que este estudio tiene la característica de que se apega al método de la ciencia, esto es, es un estudio científico. La ciencia es todo un campo de conocimientos y métodos para adquirir conocimiento. Un conocimiento que es obtenido por el método científico se distingue de otras formas de conocimiento en que tiene un sustento importante gracias a lo cual podemos suponer que es un conocimiento confiable, por lo menos en un grado aceptable.
Voy a poner un ejemplo. Supongamos que nos encontramos en la llamada “era de las cavernas” cuando los antepasados de nuestra especie vivían en cuevas y se alimentaban de la caza y la recolección de hierbas.  Supongamos que uno de tales cavernícolas, amante de la vida animal, observaba  a los mamuts cuando se trasladaban en grupos de una región a otra. Imaginemos también que a este antepasado nuestro le gustaba observar estos traslados cuando terminaba de comer sus propios alimentos, ya que eran los momentos del día en los que se encontraba satisfecho y en calma para contemplar la naturaleza. Es probable que si estas experiencias se repitieran frecuentemente  (el terminar de comer y el observar a los mamuts en procesión) el cavernícola “llegaría a la conclusión” de que los mamuts viajan cuando él ya no tiene hambre, o que el hecho de que él coma provoca que los mamuts se trasladen. ¿Es esto un conocimiento científico?
La respuesta es no. Como dije antes, el conocimiento científico sigue un método y no se basa solamente en “suposiciones”, o en “impresiones a primera vista”. En lugar de eso, la ciencia analiza, investiga a fondo y hace experimentos para constatar cada conocimiento que va obteniendo. Un científico no solo “supone” cosas, sino que investiga  y comprueba para cerciorarse de que está en lo correcto o de que está equivocado y necesita "ir más allá".
Por esta razón, la labor del psicólogo es delicada. Nosotros tenemos la obligación de constatar -en la medida de lo posible- si nuestros conocimientos sobre el comportamiento humano son confiables o no, pues de lo contrario podremos caer en contradicciones o hacer diagnósticos completamente descarados y poco atinados. Pero resulta que el comportamiento humano, en general, es un conjunto complejo de procesos que obedecen a múltiples factores. Así que la pregunta del millón de dólares es, ¿podemos adquirir mediante el método de la ciencia un conocimiento cabal sobre el comportamiento humano?
La respuesta a esta cuestión no es sencilla. Al día de hoy no tenemos tal conocimiento “cabal” y no sabemos si algún día lo obtendremos. Pero lo que sí sabemos es que definitivamente sin el método de la ciencia nunca lo obtendríamos. La ciencia no lo explica todo pero sí explica las cosas de mejor manera que cualquier otra forma de conocimiento (por ejemplo el sentido común, la intuición, etc.).
Confío en que a estas alturas quien esté leyendo este escrito ya comience a notar la trascendencia de estudiar científicamente el comportamiento en el deporte. El deporte en nuestros días es un mecanismo social complejo. Intervienen cualquier cantidad de personas bajo diferentes roles (deportistas, entrenadores, árbitros, jueces, aficionados, etc.) que la combinación de emociones, expectativas, disgustos, aprobaciones, frustraciones, etc., son sencillamente infinitas. Para comprender por qué un deportista no rinde como se esperaba, o por qué es intermitente en su desempeño, o por qué parece ser “consumido por la ansiedad en los momentos importantes” es necesario que alguien ponga en orden nuestras ideas y nos lleve por un camino ordenado para analizar con calma y detalladamente cuáles son los posibles factores que inciden en ello. El psicólogo está llamado a ocupar ese cargo.
Afortunadamente somos cada vez más los psicólogos que nos involucramos en este terreno. Pero, desafortunadamente, aún son pocos los sitios a los que puede acudir un deportista o entrenador para recibir asesoría o capacitación especializada en lo que a procesos psicológicos se refiere.  A partir de esta realidad es que nace el centro DEPSIC. Este sitio tiene su base en la ciudad de Aguascalientes (en el centro de México) y tiene el firme propósito de difundir los beneficios de enriquecer el entrenamiento deportivo con los conocimientos derivados del estudio científico del comportamiento. Somos una alternativa que apenas nace, pero confiamos en que nuestros esfuerzos tengan un impacto positivo en ese campo que tanto nos apasiona: el deporte.